En una decisión tan polémica como reveladora, la Secretaría de Trabajo —bajo la órbita del presidente Javier Milei— proyecta utilizar inteligencia artificial (IA) para “modernizar” los convenios colectivos de trabajo. El anuncio genera preocupación en sindicatos, especialistas en derecho laboral y trabajadores que temen una nueva ofensiva contra los derechos adquiridos.
Inteligencia artificial vs. negociación colectiva: el nuevo paradigma del gobierno libertario
El titular de la cartera laboral, Julio Cordero, ya planifica junto con la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) el desarrollo de algoritmos capaces de proponer reformas laborales sin intervención directa de sindicatos ni empleadores. Según Cordero, el objetivo es “agilizar” los procesos y adaptar las normas laborales a un mercado cada vez más desregulado.
Reforma laboral encubierta y presión del FMI
Este plan forma parte de un paquete de medidas exigidas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que exige una “flexibilización laboral integral”. En lugar de debatir en el Congreso una nueva ley de contrato de trabajo, el gobierno de Milei opta por tecnificar el ajuste: menos paritarias, más algoritmos.
¿Qué rol tendrán los sindicatos frente a esta automatización?
La posible implementación de IA en los convenios laborales amenaza con desplazar a los sindicatos como actores centrales en la defensa de derechos. Se impone una lógica donde el trabajador deja de ser sujeto de derecho para convertirse en variable de cálculo automatizado.
¿Es este el futuro del trabajo o una distopía laboral?
Lejos de ser un avance tecnológico positivo, esta iniciativa plantea un retroceso histórico. Automatizar decisiones sobre condiciones laborales no es modernizar: es precarizar con inteligencia artificial. En la Argentina de Javier Milei, el futuro del trabajo se parece más a un experimento social sin red de contención.